Pararte a pensar: «Mi casa sale a subasta, ¿qué puedo hacer?» es una de las preguntas más lógicas ante una experiencia abrumadora y llena de incertidumbre como esta. Para propietarios como tú, la subasta implica perder la casa debido a grandes dificultades financieras.
Y es que, en la mayoría de los casos, una vivienda se pone a subasta si los propietarios no pueden pagar su hipoteca y el prestamista vende el inmueble para recuperar la deuda. Algo así deja a las familias en una situación difícil, sin hogar y con una carga financiera adicional.
Como te estarás imaginando, es de vital importancia buscar todas las opciones posibles para enfrentarte a una situación tan estresante como esta, además de asesoramiento legal y financiero. Solo tomando estas medidas podrás proteger tus derechos como propietario.
Una subasta de vivienda es un proceso que consiste en poner a la venta al mejor postor una propiedad inmobiliaria. Hay dos tipos, la subasta judicial y la subasta hipotecaria:
En una subasta judicial, la propiedad se subasta como resultado de una acción legal, por ejemplo, debido a un juicio por deudas, impuestos impagos o un divorcio. En este caso, un juez ordena la venta de la propiedad para cubrir la deuda o resolver el caso.
En una subasta hipotecaria, la propiedad se subasta como resultado de un incumplimiento en el pago de la hipoteca. La ejecución hipotecaria de la subasta implica que el prestamista hipotecario vende la propiedad para recuperar el dinero prestado.
El proceso de subasta comienza con una valoración de la propiedad para atraer a posibles compradores. Esos posibles compradores dan sus ofertas y el postor ganador realiza un depósito en el momento de la subasta, hasta completar la compra en un plazo establecido.
Como ves, una subasta de vivienda es en realidad un evento público donde el postor ganador se queda con la propiedad. Ya sea en la subasta judicial o en la subasta hipotecaria, el fin de las dos es vender la casa para cubrir deudas o incumplimientos en el pago de la hipoteca.
Si uno de tus mayores temores es preguntarte: «Mi casa sale a subasta, ¿qué puedo hacer?», es importante que conozcas las causas comunes que pueden llevar tu propiedad a subasta:
- Por deudas hipotecarias: Si el propietario no paga regularmente las cuotas de su hipoteca, el prestamista hipotecario puede iniciar un proceso de ejecución hipotecaria para recuperar el dinero. En este caso, la vivienda se subasta para cubrir la deuda.
Por embargo por parte de otros acreedores: Si el propietario tiene deudas comerciales, de tarjetas de crédito o demás compromisos financieros, los acreedores ajenos a la hipoteca pueden embargar su vivienda para saldar una deuda impaga.
Por deudas no hipotecarias: La subasta de la vivienda por una deuda no hipotecaria se produce si el propietario acumula deudas no relacionadas con la hipoteca, por ejemplo, facturas de servicios públicos sin pagar o préstamos personales pendientes.
Lo más normal es que una vivienda salga a subasta cuando el propietario ha acumulado muchas deudas hipotecarias o no hipotecarias. En cualquier caso, es importante leer los consejos legales y financieros que te indicamos ahora para tratar de evitar la subasta.
Hay varias estrategias y medidas legales que puedes tomar para evitar la subasta de una vivienda habitual con éxito. A continuación, te detallamos las más importantes:
Renegociando la deuda: Intenta negociar con el banco una modificación de las condiciones del préstamo hipotecario. Para paralizar la subasta judicial, intenta hacer una reestructuración de la deuda, amplía el plazo de pago o reduce la cuota mensual.
Planteando la dación en pago: Si no puedes llegar a un acuerdo con el banco, plantea la dación en pago como alternativa para saldar la deuda pendiente y evitar la subasta. Con la dación en pago entregas la vivienda al banco a cambio de saldar la deuda.
- Suspendiendo la subasta: En determinadas circunstancias y bajo ciertos requisitos, puedes solicitar la suspensión de la subasta con la interposición de un incidente de ejecución hipotecaria, alegando motivos de vulnerabilidad o abusividad en la ejecución.
En pocas palabras, puedes averiguar cómo parar una subasta judicial dejando que un abogado especializado te dé su consejo. En el mejor de los casos, renegociarás la deuda con el banco y encontrarás una manera efectiva de saldar tus compromisos financieros poco a poco.
¿Pueden subastar mi casa sin que yo me entere?
Si a veces se te pasa por la cabeza la pregunta: «¿Pueden subastar mi casa sin que yo me entere?», te adelantamos que, en la mayoría de los casos, se deben seguir una serie de pasos legales que incluyen notificar al propietario de la casa antes de poner la casa a subasta:
El prestamista debe notificar por escrito al propietario de la casa sobre la intención de subastar la propiedad. Esta notificación suele incluir detalles sobre la cantidad adeudada, los plazos para pagar la deuda y la fecha en la que se realizará la subasta.
También es común que se publique un aviso de la subasta durante un período de tiempo específico para que los posibles compradores estén al tanto de la subasta.
El prestamista también puede notificar personalmente al propietario de la casa sobre la subasta, ya sea en persona o a través de un servicio de entrega certificada.
Eso sí, si el propietario de la casa no responde a las notificaciones o no cumple con los plazos establecidos, es posible que la subasta se lleve a cabo sin su conocimiento. Sin embargo, el propietario tiene derechos legales durante todo el proceso de ejecución hipotecaria.
Por lo tanto, si te llega cualquier notificación o comunicación relacionada con la ejecución hipotecaria de tu casa, es de vital importancia que busques asesoramiento legal. Solo así sabrás qué decisión tomar para proteger tus derechos como propietario del inmueble.
Es normal que puedas llegar a preguntarte: «¿Cómo saber si mi casa sale a subasta?», pero puedes hacer una breve consulta al BOE porque ahí se publican las propiedades que se están subastando. También puedes acudir al juzgado correspondiente y preguntar al personal.
En cualquier caso, si tu casa ya está programada para subasta, es importante que actúes rápidamente para evitar perder la propiedad. Aquí hay algunos pasos a seguir:
Comunícate con tu prestamista: Lo primero que deberías hacer es ponerte en contacto con tu prestamista para discutir otras alternativas. Por ejemplo, puedes negociar un plan de pago o modificación de préstamos para evitar la subasta.
Busca ayuda de un asesor de vivienda: Pide el consejo de un asesor de vivienda acreditado para explorar otras opciones y renegociar la deuda con los acreedores.
Participa en la subasta: Si no puedes evitar la subasta, asegúrate de estar presente el día de la subasta y hacer una oferta competitiva si quieres mantener tu propiedad.
Consulta con un abogado: Una forma de renegociar con tus acreedores o tomar medidas legales para detener la subasta es consultar con un abogado especializado en derecho de ejecuciones hipotecarias.
Explora otras opciones de venta: Si ya es muy tarde para evitar la subasta, ten en cuenta la posibilidad de vender tu propiedad a través de un agente inmobiliario o de una venta corta para evitar la subasta y proteger tu crédito.
En momentos tan críticos como enfrentar la subasta de tu vivienda, contar con un equipo de expertos puede marcar la diferencia entre perder tu hogar y encontrar una solución viable. Con Bravo, tendrás acceso a asesoramiento personalizado que te ayudará a explorar todas tus opciones, desde la renegociación de tu hipoteca hasta alternativas legales para suspender o evitar la subasta. Nuestro equipo te guiará a través de cada paso del proceso, asegurando que tomes las decisiones más informadas y beneficiosas para tu situación específica.
Con el consejo que deberías quedarte es que en estos casos tan urgentes importa mucho actuar rápidamente y buscar el asesoramiento profesional para evitar perder tu propiedad.
No es habitual que la subasta en la Ejecución Hipotecaria se produzca sin el conocimiento del propietario. Antes se envía una notificación y un plazo para hacer frente a la deuda, pero, si el propietario ignora esta notificación, sí que se puede llevar la casa a subasta sin que se entere.
La mejor manera de paralizar la subasta judicial es solicitando la suspensión a través de un abogado. Se puede evitar la subasta de la vivienda habitual a través de la suspensión si se demuestra que ha habido errores en el procedimiento o que no se ha notificado la subasta bien.
Para saber si tu casa sale a subasta, ya sea a través de una subasta de vivienda por deuda no hipotecaria o por deuda hipotecaria, verifica si recibiste notificaciones del banco o del gobierno. En caso de dudas, acércate a tu banco o al juzgado correspondiente y pregunta al personal.
Hacerse la típica pregunta de: «Mi casa sale a subasta, ¿qué puedo hacer?» es completamente normal si te estás enfrentando a la posible pérdida de tu vivienda y una de las medidas más inteligentes para evitarlo es renegociar el préstamo hipotecario.
Pero, ante todo, lo importante es mantener la calma para evaluar todas las opciones y tomar la mejor decisión. Nunca está de más buscar asesoramiento legal y financiero en este proceso y comunicarte abiertamente con el prestamista para buscar soluciones y evitar la subasta.
Sin ninguna duda, enfrentarse a la subasta de una vivienda es una de las situaciones más difíciles y abrumadoras, pero con la orientación adecuada y la evaluación de todas las opciones disponibles, es posible encontrar una solución que evite la pérdida de la propiedad.
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