Cuando los pagos mensuales empiezan a desbordar tu presupuesto, buscar una solución responsable puede marcar la diferencia entre recuperar el control o seguir acumulando intereses. Una de las estrategias más efectivas es reunificar deudas, un proceso que te permite agrupar todos tus préstamos en uno solo con una cuota más baja y una gestión más sencilla.
Desde Bravo te presentamos esta guía completa sobre cómo reunificar deudas en España, qué opciones existen, qué riesgos debes tener en cuenta y cómo evaluar si es la mejor alternativa para ti.
¿Qué es la reunificación de deudas y cómo funciona?
Se trata de un proceso financiero que consiste en unificar varios préstamos o créditos en uno solo, con el objetivo de pagar una única cuota mensual más asequible.
En la práctica, se solicita un nuevo préstamo (personal o hipotecario) con el que se cancelan los anteriores. De este modo, pasas de gestionar múltiples pagos con diferentes fechas e intereses a una sola obligación, normalmente con un plazo más largo.
Por ejemplo:
- Antes: tres préstamos (uno de coche, otro personal y una tarjeta de crédito) que suman 800 € al mes.
- Después: uno solo que agrupa todo, con una cuota mensual de 500 €, a cambio de un plazo más amplio.
El resultado es una mayor liquidez a corto plazo, aunque el coste total final puede ser superior debido a los intereses acumulados. Por eso, la reunificación debe entenderse como una reestructuración financiera, no como una reducción de deuda, y conviene analizar bien sus condiciones antes de contratarla.
Cómo puedo reunificar mis deudas de manera efectiva
Existen distintas formas de hacerlo, y la elección adecuada dependerá de tu situación financiera, del tipo de deudas que tengas y de los bienes que puedas ofrecer como garantía.
Reunificación mediante un préstamo personal
Si tus deudas no son elevadas o no dispones de una hipoteca, la opción más sencilla es solicitar un préstamo personal que te permita cancelar los créditos actuales.
Esta modalidad es rápida y flexible, ya que no requiere aval. Sin embargo, los tipos de interés suelen ser más altos que en los préstamos hipotecarios.
Ventajas:
- Tramitación más ágil.
- Sin necesidad de garantía.
- Ideal para montos pequeños o medianos.
Inconvenientes:
- Intereses más elevados.
- Requiere buen historial crediticio.
En este caso es muy importante comparar las ofertas y valorar si la nueva cuota y el plazo realmente compensan el coste total.

Reunificación con garantía hipotecaria
Cuando el volumen de la deuda es elevado, una alternativa más económica puede ser la reunificación con garantía hipotecaria. En este caso, el préstamo se asegura con una vivienda en propiedad, lo que permite obtener un tipo de interés más bajo y plazos más extensos.
Ventajas:
- Cuotas mensuales notablemente más reducidas.
- Intereses más bajos que en los préstamos personales.
- Posibilidad de incluir deudas con costes muy altos, como tarjetas de crédito o microcréditos.
Riesgos:
- Al tratarse de un préstamo hipotecario, los gastos iniciales (tasación, notaría, registro e impuestos) son más elevados.
- Si no se cumplen los pagos, existe el riesgo de perder la vivienda utilizada como garantía.
Por ello, esta es una alternativa recomendable solo para personas con ingresos estables y que buscan una solución financiera a largo plazo, siempre tras analizar en detalle el coste total y la capacidad real de pago.
Uso de intermediarios financieros
Otra posibilidad es recurrir a intermediarios o mediadores financieros, que actúan como enlace entre el cliente y las entidades bancarias.
Estos profesionales estudian tu perfil, negocian con las entidades y gestionan los trámites, lo que puede ser muy útil si tu caso es complejo (por ejemplo, si tienes varios préstamos o alguna incidencia crediticia).
Antes de contratar, asegúrate de que la empresa esté registrada en el Banco de España y solicita un presupuesto detallado con sus honorarios.
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Ventajas y riesgos de la reunificación de deudas
Sin duda, esta puede ser una herramienta útil para reorganizar tus finanzas, pero no está exenta de compromisos. A continuación, analizamos sus principales beneficios y riesgos para que tomes una decisión informada.
Ventajas
- Cuota única mensual: permite concentrar todos los pagos en una sola fecha, facilitando la gestión de tu presupuesto.
- Reducción de la cuota mensual: al ampliar el plazo de devolución, el esfuerzo económico cada mes es menor.
- Mayor control financiero: disminuye el riesgo de impagos y recargos por retraso.
- Más liquidez disponible: al reducir la cuota, liberas ingresos para cubrir gastos esenciales o generar ahorro.
- Mejor planificación a medio plazo: contribuye a una gestión más ordenada de tus recursos y puede ayudarte a evitar la morosidad si estabas al límite de tu capacidad de pago.

Riesgos
- Mayor coste total: al alargar el plazo, los intereses acumulados suelen elevar el coste final del préstamo.
- Gastos adicionales: la operación puede implicar comisiones por cancelación, apertura, tasación, notaría o registro.
- Sensación de alivio temporal: si no se acompaña de hábitos financieros responsables, existe el riesgo de volver a endeudarse.
Por eso, antes de reunificar, conviene elaborar un presupuesto detallado y analizar el impacto real en tu economía.
Cómo reunificar deudas sin hipoteca
No disponer de una vivienda en propiedad no impide acceder a soluciones que te ayuden a organizar tus préstamos y reducir la carga mensual. Existen diferentes fórmulas que permiten unificar tus pagos sin necesidad de ofrecer una garantía hipotecaria.
- Préstamos personales consolidados: varias entidades permiten agrupar deudas de menor importe en un único préstamo personal.
- Microcréditos responsables: pueden servir para cancelar deudas pequeñas, aunque deben usarse con precaución por su alto coste.
- Negociación directa con acreedores: solicitar una refinanciación, ampliación de plazo o rebaja de intereses.
Estas alternativas no requieren un aval inmobiliario, pero suelen exigir ingresos estables y buen historial crediticio. Analiza siempre las condiciones, comisiones y el coste total para asegurarte de que realmente mejoran tu situación económica.
Cómo reunificar deudas estando en ASNEF
Aparecer en un fichero de morosidad, como ASNEF, puede complicar el acceso a financiación, aunque no lo hace imposible. Existen distintas alternativas que permiten unificar tus deudas siempre que demuestres solvencia y compromiso de pago.
Algunas opciones son:
- Mediadores financieros especializados: negocian con entidades dispuestas a aceptar perfiles con incidencias, aunque los intereses suelen ser más altos.
- Aval o garantía hipotecaria: disponer de un bien inmueble puede facilitar la aprobación del préstamo.
- Negociar directamente con acreedores: acordar planes de pago o reducciones de deuda en casos de buena fe y voluntad de pago.
También es recomendable actualizar tus datos en el fichero y demostrar ingresos regulares, ya que esto mejora tu credibilidad ante las entidades.
Pasos recomendados para llevar a cabo el proceso
Antes de iniciar el proceso, conviene recordar que una reunificación requiere planificación y análisis. Para que el resultado sea realmente útil y sostenible, es fundamental avanzar de forma ordenada. Te detallamos los pasos a continuación.
1. Analiza tu situación financiera
Haz un inventario de todas tus deudas: importes, intereses, plazos y cuotas. Este análisis te permitirá entender el peso total de tu endeudamiento y detectar oportunidades de ahorro.
2. Calcula deudas, cuotas y tipos de interés actuales
Determina cuánto pagas mensualmente y cuánto podrías reducir con una reunificación. Como referencia, el Banco de España sugiere no destinar más del 35 % de tus ingresos netos al pago de deudas.
3. Compara ofertas de entidades financieras
No te quedes con la primera propuesta. Evalúa varias opciones, analiza el TAE, las comisiones y la flexibilidad de amortización.
4. Solicita y formaliza el crédito unificado
Una vez elegida la mejor oferta, la entidad cancelará los préstamos previos y formalizará el nuevo crédito. Revisa el contrato y asegúrate de comprender cada cláusula, especialmente las relativas a intereses, comisiones y plazos.

Alternativas a la reunificación de deudas
Si prefieres evitar la contratación de un nuevo préstamo, existen alternativas viables que pueden ayudarte a mejorar tu situación económica sin asumir nuevas obligaciones.
- Planes de pago personalizados: negociar directamente con los acreedores para ajustar plazos o intereses y así facilitar el cumplimiento de los pagos.
- Revisión del presupuesto personal: reorganizar tus finanzas priorizando las deudas con mayor coste y reduciendo gastos prescindibles.
- Educación financiera y planificación: adoptar hábitos de consumo más conscientes y crear un fondo de emergencia que te aporte estabilidad a largo plazo.
A veces, pequeños ajustes presupuestarios son suficientes para recuperar el equilibrio financiero sin recurrir a la reunificación.
Preguntas frecuentes sobre reunificación de deudas
A continuación, resolvemos algunas dudas comunes sobre este proceso:
¿Siempre se ahorra dinero con la reunificación de deudas?
Aunque reduces la cuota mensual, al extender el plazo puedes pagar más intereses. Lo recomendable es comparar el coste total “antes y después” de reunificar.
¿Cuánto tarda el proceso en completarse?
Depende de la modalidad: una reunificación mediante préstamo personal puede resolverse en pocos días; una hipotecaria puede tardar entre 3 y 6 semanas.
¿Afecta a mi historial crediticio reunificar deudas?
Sí. Aparecerá un nuevo préstamo en tu historial, pero si cumples los pagos, tu perfil crediticio puede mejorar con el tiempo, demostrando capacidad de gestión.
Recomendaciones finales para elegir la mejor opción
Tomar la decisión de reunificar deudas requiere calma, análisis y una visión completa de tu situación financiera. Antes de dar el paso, conviene calcular el coste total de la operación, comparar distintas ofertas y comprobar que la nueva cuota será realmente asumible a largo plazo. La reunificación puede ayudarte a recuperar el control, pero solo si las condiciones se adaptan a tu capacidad de pago y a tus objetivos personales.
En caso de duda, siempre es recomendable contar con un asesoramiento financiero especializado. En Bravo ponemos a tu disposición un equipo que puede orientarte y ayudarte a estudiar las distintas alternativas para encontrar la solución que mejor encaje con tus necesidades. Tomar decisiones informadas es la clave para alcanzar una estabilidad económica duradera y evitar futuros desequilibrios.



