¿Sabías que existe una figura jurídica en España que podría apoyarte en caso de que no puedas manejar tus deudas? ¿Te encuentras en dificultades financieras, y no consigues ver una salida? Si este es tu caso, la curatela económica como instrumento legal puede ser de gran ayuda para poner tus finanzas en orden.
Conseguir la estabilidad económica no es tarea fácil, y a veces puede parecer prácticamente imposible si no conocemos todos los recursos de los que disponemos. Por suerte, la ley española contempla diferentes mecanismos para ayudar a las personas que se encuentran en una situación financiera complicada.
Uno de estos mecanismos es la curatela económica, un tipo de cuidado legal que puede ser establecido por un juez para proteger los intereses financieros de una persona en particular. Pero ¿qué es exactamente la curatela económica y cómo funciona? A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta figura jurídica.
La curatela, de un modo general, es una forma jurídica y una medida de apoyo consagrada en el Código Civil español. Esta va dirigida principalmente especialmente a ayudar a personas que no están en plena posesión de sus facultades. Es decir, es una figura que se ejerce sobre personas mayores de edad con alguna incapacidad, bien sea física o mental.
En el caso de que una persona con estas características no esté haciendo un buen uso de sus recursos económicos, podría requerir la ayuda de un curador para realizar ciertos actos financieros, con el objetivo de ayudarle a manejar sus finanzas personales de la mejor manera posible.
En este sentido, la Ley 8/2021, aplicable desde septiembre de 2021, tipifica a la curatela como principal medida de apoyo y luego de la reforma se establece el concepto de “apoyo de medidas a personas con discapacidad”.
Existen varios tipos de curatela. Veamos cuáles son:
Curatela asistencial: Sirve de apoyo a individuos con discapacidad en el ámbito personal. Está pensada para personas que no puedan realizar algunos actos de su vida cotidiana.
Curatela representativa: Es aquella que ayuda a las personas que no pueden valerse por ellas mismas o que no tienen la capacidad de expresión. Se les asiste tanto patrimonial como personalmente.
Curatela económica o de pródigos: En este caso se debe designar curador porque la persona demuestra que no tiene la capacidad de administrar su patrimonio. Por ejemplo, si hablamos de individuos que se endeudan por desconocimiento.
Curatela de incapacitados: El juez determina su idoneidad dependiendo del grado de dependencia de la persona.
Curatela de personas emancipadas: en este caso la curatela reemplaza a la patria potestad.
Autocuratela: Este tipo fue anexado recientemente en la legislación española. La puede solicitar la misma persona con discapacidad. Manifiesta su voluntad de requerir un curador.
A continuación te explicamos brevemente cómo solicitar la curatela.
El procedimiento de curatela se inicia a través de solicitud introducida en el Tribunal que corresponda.
Se debe proponer al curador y anexar pruebas justificatorias de por qué es requerido el curador.
El Tribunal o juez estudiará la solicitud.
Finalmente, por medio de una resolución se establecerá la curatela.
En líneas generales, la curatela la puede solicitar el interesado o sus familiares; aunque pueden darse otros casos en los que una tercera persona sea quien la pida.
De forma resumida, el curador es quien apoya, protege y representa a la persona con discapacidad. Será designado para ayudar a cubrir ciertos actos, generalmente relacionados con las finanzas de la persona.
En el presente apartado señalaremos quién puede ser curador.
Prácticamente cualquier persona mayor de edad que esté capacitada según la ley para ejercer esta labor. También se mencionan a las personas jurídicas.
Ahora bien, en el artículo 275 del Código Civil, se indican taxativamente los que no pueden ser curadores.
Los que hayan sido suspendidos en sus derechos de protección.
Los que hayan sido retirados de la curatela.
Las personas condenadas por delitos anteriormente.
Los que tienen conflictos con el que requiere la curatela.
Los administradores que hayan sido removidos de sus funciones.
A quien se le impute culpabilidad por un concurso.
Por otra parte, el individuo que necesita el apoyo puede excluir a las personas que considere.
Con la intención de explicar el papel del curador en la Gestión Económica y entender la función de la curatela económica, es indispensable mencionar brevemente la figura de las personas que son declaradas “pródigas”. Nos referimos a la llamada Declaración de Prodigalidad.
En palabras sencillas, los pródigos son todas aquellas personas que en su actuar cotidiano suelen ser desordenadas, irresponsables y malgastan su patrimonio sin razón, poniendo en riesgo las necesidades básicas de su propia familia. Es en este punto donde juega un papel crucial la curatela económica.
El curador que es designado judicialmente tiene la facultad de gestionar el patrimonio del curado, velar por sus intereses y asuntos financieros.
El juez, en su resolución, determina cuáles son los actos que requieren asistencia del curador, dependiendo de cada caso en concreto. Habitualmente el apoyo es en la administración de bienes y representación en actividades financieras, tales como pagos, compras, ventas e inversiones.
Aquí están las principales obligaciones del curador dentro de la curatela económica:
Rendir cuentas periódicamente al tribunal.
Administrar de manera responsable los bienes del curado.
Resguardar y representar los intereses económicos del curado.
Procurar que la situación financiera del curado mejore.
Toma decisiones financieras en nombre del curado.
¿Es lo mismo una curatela económica que una tutela? Aunque se parecen, ambas figuras tienen ciertas diferencias que nos pueden ayudar a entenderlas mejor.
En el caso del tutor, hablamos de un individuo que brinda asistencia a menores con incapacidad absoluta, protegiéndolos en todos los actos y proporcionando ayuda total para todas las áreas de la vida.
Por otro lado, el curador auxilia a mayores de edad con incapacidad parcial, protegiendo al curado solo en actos específicos y ofreciendo respaldo financiero en el ámbito económico dentro de la curatela.
Existen personas que, por obrar de un modo irresponsable y desordenado con respecto a su patrimonio, caen en endeudamientos excesivos de los cuales no son capaces de salir por sí mismos. Es en estos casos donde un juez puede designar un curador, para que administre los asuntos financieros del curado.
En Bravo, comprendemos las complejidades involucradas en la gestión de responsabilidades financieras, especialmente cuando nos enfrentamos a una deuda abrumadora debido a prácticas financieras irresponsables.
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