Si tienes una deuda con el banco, es posible que te hayas encontrado con la sorpresa de que tu acreedor ha cambiado. Esto se debe a que los bancos pueden vender sus créditos a otras entidades, como agencias de recobro o fondos buitre, para obtener liquidez y deshacerse de los clientes morosos. Pero, ¿cómo saber si mi banco ha vendido tu deuda? ¿Tienes que seguir pagando la misma cantidad y con las mismas condiciones? ¿Qué derechos y obligaciones tienes frente al nuevo acreedor? En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la venta de deudas a terceros y cómo actuar en este caso.
Los bancos son entidades financieras que conceden préstamos e hipotecas a sus clientes, pero también asumen el riesgo de que estos no cumplan con sus obligaciones de pago.
Cuando esto ocurre, ¿puede un banco vender mi deuda? Sí, el banco intenta renegociar la deuda, reclamar judicialmente o venderla a otra entidad. Esta última opción se conoce como cesión de crédito y consiste en traspasar el derecho a cobrar la deuda a un tercero, que pasa a ser el nuevo acreedor.
Los bancos suelen recurrir a esta práctica cuando tienen dificultades económicas o cuando consideran que las deudas son de difícil cobro, es decir, que tienen pocas probabilidades de recuperar su dinero.
De esta forma, consiguen liquidez inmediata y se liberan del problema de gestionar y cobrar las deudas. Sin embargo, lo hacen a cambio de un precio muy inferior al valor real de la deuda, ya que las venden con un descuento considerable.
Las entidades que compran las deudas bancarias son empresas especializadas en el recobro, que pueden ser agencias de recobro o fondos buitre.
Estas empresas adquieren las carteras de créditos morosos con la intención de obtener beneficios al cobrarlas, ya sea por la vía amistosa o por la judicial. Para ello, suelen emplear métodos muy agresivos y presionar al máximo a los deudores, llegando incluso a acosarlos o amenazarlos.
Una hipoteca es un tipo especial de préstamo en el que el banco te presta dinero para comprar una vivienda y tú le ofreces como garantía la propia vivienda.
Esto significa que si no pagas las cuotas, el banco puede ejecutar la hipoteca y quedarse con tu casa para saldar la deuda. Pero, ¿qué pasa si el banco vende mi hipoteca a otra entidad?
Lo primero que debes saber es que el banco puede vender tu hipoteca sin tu consentimiento ni tu conocimiento, ya que se trata de una operación legal amparada por el Código Civil.
Sin embargo, la entidad bancaria tiene la obligación de comunicarte el cambio de acreedor y facilitarte los datos del nuevo titular del crédito.
Además, el nuevo acreedor debe respetar las condiciones originales del contrato hipotecario y no puede modificarlas ni imponer nuevas comisiones o intereses.
Lo segundo que debes tener en cuenta es que el cambio de acreedor no afecta a tu obligación de pagar la deuda, ni tampoco te exime de ella.
Tú sigues siendo el deudor y debes seguir abonando las cuotas mensuales, pero ahora al nuevo acreedor. Si no lo haces, el nuevo acreedor puede iniciar un procedimiento de ejecución hipotecaria y embargar tu vivienda, igual que haría el banco.
Lo tercero que debes saber es que el cambio de acreedor supone una oportunidad para ti como deudor. Si la deuda se ha vendido de forma individual, puedes ejercer tu derecho de retracto en la cesión de créditos litigiosos, que te permite cancelarla pagando el importe que el comprador de deudas haya abonado por ella, que siempre será menor al importe real de la deuda.
Para ello, debes cumplir una serie de requisitos, como que la deuda esté impugnada judicialmente y que ejerzas el derecho en el plazo de nueve días desde que te notifique la cesión.
Si tienes una deuda con el banco y sospechas que la ha vendido a otra entidad, puedes confirmarlo solicitando al banco la información sobre el estado y el titular de tu crédito.
El banco tiene la obligación de facilitarte estos datos, aunque no esté obligado a avisarte previamente del cambio de acreedor. También puedes consultar los ficheros de morosidad, como ASNEF o RAI, para ver si apareces como moroso y quién te reclama la deuda.
Si el banco ha vendido tu deuda, es probable que empieces a recibir llamadas o cartas del nuevo acreedor reclamando el pago. En ese caso, debes verificar que se trata de una entidad legítima y que tiene los documentos que acreditan la cesión del crédito.
No te fíes de las presiones o amenazas que puedan hacerte y no pagues nada sin tener la certeza de que se trata del verdadero acreedor.
Si el banco u otra empresa de préstamos como puede ser cofidis ha vendido tu deuda, debes estar consciente que esta operación no cambia las condiciones ni los derechos que tenías con el banco. Es decir, no tienes que pagar más intereses ni comisiones, ni tampoco pierdes las garantías o los plazos que tenías pactados.
Tampoco puedes ser incluido en un fichero de morosos sin tu consentimiento. Lo que sí cambia es el interlocutor con el que debes negociar tu deuda, que pasa a ser la empresa compradora.
Por eso, es importante que verifiques la identidad y la legitimidad del comprador, y que exijas un documento que acredite la venta de deuda judicializada. Así podrás evitar fraudes o abusos por parte de empresas que se hacen pasar por acreedores o que intentan cobrarte más de lo debido.
Las agencias de recobro son empresas especializadas en gestionar el cobro de deudas ajenas. Es decir, no compran la deuda, sino que actúan como intermediarios entre el banco y el deudor.
El banco les paga una comisión por cada pago que consiguen o por cada gestión que realizan. Las agencias de recobro deben respetar la normativa sobre protección de datos y sobre derechos del consumidor, y no pueden acosar ni amenazar al deudor para cobrar la deuda
Los fondos buitre son empresas que compran deudas bancarias impagadas a un precio muy bajo, con la esperanza de obtener un beneficio al cobrarlas.
Suelen adquirir paquetes de deudas de diferentes tipos y orígenes, como hipotecas, préstamos personales o tarjetas de crédito. Estos suelen ser más agresivos y menos flexibles que los bancos a la hora de negociar la deuda, y recurren a acciones legales o extrajudiciales para cobrar.
Las empresas que compran deudas bancarias suelen usar diferentes estrategias para intentar cobrarlas. Algunas de estas estrategias son:
Ofrecer quitas o descuentos si el deudor paga una parte o la totalidad de la deuda en un plazo determinado.
Ofrecer refinanciaciones o reestructuraciones de la deuda, con nuevas condiciones o plazos más largos.
Presionar al deudor con llamadas telefónicas, cartas o visitas domiciliarias, recordando su obligación de pago y las consecuencias legales si no lo hace.
Incluir al deudor en ficheros de morosos o listas negras, lo que puede dificultar su acceso al crédito o a otros servicios.
Demandar al deudor judicialmente o iniciar un proceso de ejecución hipotecaria si la deuda está garantizada con un bien inmueble.
Si te enfrentas a una empresa que ha comprado tu deuda, lo primero que debes hacer es informarte bien sobre tu situación y tus derechos.
Para ello, consulta a un asesor financiero o a una asociación de consumidores. Algunos consejos que pueden ayudarte a negociar con los compradores de deudas son:
No aceptes ninguna propuesta sin antes verificar la identidad y la legitimidad del comprador, y sin tener un documento que acredite la cesión del crédito.
No te dejes intimidar ni manipular por las presiones o amenazas del comprador, y denuncia cualquier conducta abusiva o ilegal.
No reconozcas ni pagues una deuda que no te corresponde o que ya ha prescrito, es decir, que ha pasado el plazo legal para reclamar.
No firmes ningún documento sin leerlo detenidamente y sin entender sus implicaciones, y guarda una copia de todo lo que firmes o pagues.
Intenta llegar a un acuerdo que se adapte a tu capacidad de pago, y que te permita salir de la deuda sin comprometer tu economía o tu patrimonio.
Si el banco ha vendido tu deuda a otra empresa, no estás solo ni desamparado. Tienes opciones y soluciones legales para hacer frente a tu situación y defender tus derechos ante la compra de la deuda. Algunas de estas opciones son:
Acogerte a la reparación de deudas, este tipo de soluciones financieras te dan soporte en la negociación con agencias de recobro y fondos buitre, además de con el resto de entidades bancarias y crediticias. Tú sólo tendrás que ahorrar mientras ellos consiguen la mejor negociación para ti.
Solicitar un concurso de acreedores, que es un proceso judicial que te permite reorganizar tus deudas y llegar a acuerdos con tus acreedores. Esta opción está reservada para personas jurídicas, como empresas o autónomos, que se encuentran en situación de insolvencia.
Denunciar las prácticas abusivas o ilegales de las empresas que compran deudas, como el acoso, la coacción, el engaño o la usurpación. Puedes presentar una reclamación ante la entidad financiera, el Banco de España, la Agencia Española de Protección de Datos o los tribunales de justicia.
En cualquier caso, te recomendamos que busques asesoramiento legal antes de tomar cualquier decisión sobre tu deuda. Hay profesionales y organizaciones que se especializan en encontrar la mejor solución para tu caso.
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